Kathy Ordoñez

Mi nombre, Kathy Ordóñez Carrillo, nací el 21-06-1974 en Machala, Ecuador, en una familia humilde, soy la primera de 4 hermanos.

Mi madre fue una mujer trabajadora, deportista y luchadora. Trabajó en el Registro Civil de Machala y mi padre trabajó como Asesor de campañas electorales para 3 gobiernos consecutivos.

Empecé a trabajar a los 18 años para el Ministerio de Gobierno de Ecuador, como Administrativa en la Gobernación de la Provincia de El Oro. En el transcurso de los siguientes 12 años forme parte de un grupo de mujeres que empezamos a trabajar en el procedimiento para la aplicación de la Ley Contra La Violencia a la Mujer y la Familia y lo hicimos desde la Comisaría II de Policía del cantón Machala y que luego de mucha lucha, pasó a llamarse Comisaría  de La Mujer y la Familia del cantón  Machala. Fue un trabajo arduo y de mucho impacto en nuestra sociedad ya que hasta entonces no había control sobre el maltrato tanto físico como psíquico de la familia. Se consiguió incluso que la policía local abriera una oficina que se dedique a los niños de las familias que sufrían de violencia de género; así nació Dinapen.

Soy una mujer  curiosa, tranquila, sencilla, pero con temperamento para enfrentarme las adversidades de la vida. Un día en mi vida diaria de trabajo, se me presento la oportunidad de viajar a España legalmente y con la ayuda de mi familia llegué  a esta preciosa tierra llamada Vitoria-Gasteiz, que me recibió como una más en su día y me enamoré de ella, tanto así que decidí quedarme y reagrupar a mis  3 hijos.

Desde hace 11 años he sido testigo del crecimiento de Vitoria-Gasteiz, de lo bonita que  llegó a ser y fue nombrada Green Capital, pero lamentablemente también he sido testigo del descuido en el que  se ha visto inmersa, en cuanto a limpieza, seguridad, iluminación y accesibilidad.  He visto como han cerrado muchos pequeños comercios locales y como los barrios se van quedando como meros dormitorios.  Se ha dado lugar a grandes superficies, que no digo que no sean buenas para  la ciudad, pero que se debería priorizar el comercio local.

He escuchado testimonios de muchas personas mayores que no llegan con su pequeña pensión  a fin de mes y he sido testigo de verlos recoger comida en los contenedores. He hablado con personas que realmente necesitan ayudas económicas, pero por la burocracia y la poca investigación del órgano competente, se las niegan. Gente mayor, jóvenes e incluso niños  lo único que quieren es ser escuchados por la administración.

Un día me di cuenta de que tenía que dejar de quejarme de la mala administración de Vitoria y tomar acción.  Me puse a buscar una  organización  que fuera responsable, que no se debiera a nadie,  de ámbito autonómico, formada por personas de a pie de calle. Que sepan de verdad lo que es trabajar y querer llegar a fin de mes. Sensibles con los aspectos sociales que se presentan  en  Vitoria-Gasteiz y al mismo tiempo firmes dentro de las buenas normas de conducta de convivencia y no de coexistencia. Generosos sin llegar a ser estafados, (sin ser derrochadores. Pero con criterio para no derrochar el dinero publico ). Que se les ponga los mofletitos  rojos ante una mala acción, que tenga valores. Gente que disfruten de la naturaleza, del  ser humano y de los animales. Que a pesar de su ideología política quieran aunar esfuerzos por una Vitoria-Gasteiz mejor.

Y así fue como conocí a Javier Martínez Sáez que tiene un proyecto político que cumplía  con la mayoría de mis expectativas por lo que entré a formar parte de Libres  por Euskadi (LxE). Y con el día a día me fui convenciendo de que estaba formando parte de un grupo de seres humanos cálidos, alegres y responsables por lo que en su momento acepté la gran responsabilidad de presentarme a Juntas Generales de Álava por Vitoria-Gasteiz.