El día después…

Lunes 13, toca reflexionar y hacer balance. Han sido meses de trabajo y dos semanas agotadoras. El trabajo siempre recoge frutos, ahora bien, no siempre cuando uno quiere o espera. La paciencia y la perseverancia es en este punto en donde cogen valor e importancia.
Ayer, desde el mediodía ya presentíamos que las cosas no irían bien para LxE: colegios muy vacios, escasa participación y los que acudían a votar, muchos ya, con su papeleta desde casa. Evidentemente nosotros no hemos podido enviar papeletas a los hogares vascos, para lo cual se necesita disponer de miles y miles de euros y, no los tenemos.
Dejando a un lado lo injusto que es que las propias instituciones pidan a los ciudadanos que lleven sus votos desde casa (obviando que sólo los 5 partidos principales tienen medios económicos para el mailing o envío domiciliario), lo cierto es que sin participación y sin papeletas en las casas, el panorama para nosotros ya se veía poco halagüeño.
El fin del recuento de votos no nos pillo por sorpresa.
Estos días atrás centré mi discurso en tratar de ir preparando a mis compañeros acerca de lo que se avecinaba, de cara a que la decepción no fuese grande. Espero haberlo conseguido, espero que sean pocos o ninguno quienes consideren que es mejor tirar la toalla.
Es muy complicado obtener un solo voto para alguien nuevo, sin medios y sin ser conocidos, por eso cada voto es un gran tesoro para nosotros. Mil gracias a quienes confiasteis en LxE.
Tenemos un 0,07 % de los votos pero desconocemos qué porcentaje de vascos nos conocen. Estoy convencido de que son muy pocos pero son bastante más que hace un mes. Solo si se nos conoce obtendremos más votos y la dificultad estriba en darnos a conocer sabiendo que contamos con cero ayuda de los medios de comunicación.
El camino ni es ni será fácil, el sistema es muy hostil a la hora de permitir que alguien nuevo entre en juego. Solo trabajo, más trabajo, con altas dosis de compañerismo y buen humor, nos permitirán poco a poco entrar en ese juego.
Por mi parte estoy dispuesto a seguir liderando este bonito proyecto, si bien serán los afiliados quienes tras el verano deban decidir el rumbo de LxE. Ahora solo queda descansar, reflexionar y, ojalá, volverse a ilusionar con un proyecto para lograr una Euskadi de ciudadanos libres e iguales.
¡Feliz descanso!

Deja una respuesta